Es la pregunta del millón, la que se hacen todos los hinchas del país: ¿Por qué juega tan mal la Selección Argentina cuando tiene en su plantel a futbolistas que triunfan en las grandes ligas y están considerados entre los mejores del mundo? Algunos podrán argumentar falta de trabajo en campo, de carencia de repetición y acumulación de prácticas y partidos como se hace en un equipo de liga, pero también es probable que Diego Maradona todavía no haya encontrado el mejor sistema táctico adaptable a los jugadores con que cuenta. Hay varias fallas que se están viendo en estos partidos de Eliminatorias Sudamericanas y que contribuyen a que el equipo no luzca, sufra demasiado ante rivales de jerarquía menor y no encuentre una línea clara y definida de juego:
La defensa hace agua: En Bolivia la Selección Argentina se metió dentro de su área y fue al suicidio, dejando que el rival pateara mucho de media distancia con todas las chances de gol a partir de una condición favorecida por la altura. El sábado ante Colombia, Maradona paró una línea de tres que también casi es suicida. Los grandes estrategas del fútbol no dudan en afirmar que no se puede defender con tres si no hay mucho trabajo, sincronización y jugadores especialistas en el puesto. Al menos está claro que no hay tiempo de trabajo para arriesgar con ese sistema. Acá falló Maradona y si quiere empezar a tener un equipo más sólido deberá empezar por la defensa.En el medio, otro error. Contra Colombia, Maradona también se equivocó en el armado del mediocampo. Fernando Gago no siente el puesto de carrilero como tampoco Juan Sebastián Verón el de enganche detrás de un tridente ofensivo. Luego Diego reacomodó las piezas, pero está claro que cuando se lleva a jugadores a posiciones no habituales, caen en su rendimiento individual y eso se traslada a lo colectivo. Pasó el sábado en el Monumental donde Colombia se hizo un festín en el primer tiempo.
La falta de identidad. ¿Qué otra cosa le está faltando a esta Selección argentina? Ante Colombia, como en oportunidades anteriores, el seleccionado nacional careció de una identidad definida. Todos están esperando que muestra una línea de juego clara, que se sepa a qué quiere jugar más allá de la inspiración ocasional de alguna de sus grandes individualidades. Pero además todos están esperando que Lionel Messi sea el nuevo Maradona, pero todavía el rosarino no logró convertirse en el emblema de este equipo. En Barcelona lo aman y lo consideran casi un Dios, pero en su paso por la Selección todavía está en deuda.
Pasó Colombia, se viene Ecuador y se acerca el Mundial de Sudáfrica 2010. Pero la pregunta se mantiene inalterable: ¿Por qué juega tan mal la Selección argentina teniendo a jugadores que están considerados entre los mejores del planeta?
No hay comentarios:
Publicar un comentario