jueves, 30 de abril de 2009
Tiempo de definiciones en el viejo mundo
Las semifinales de la Champions Legue comenzaron esta semana y prometen ser apasionantes. El Barcelona no pudo romper el muro inglés y el Manchester United supo marcar en su casa frente a un Arsenal con pocas ideas y que echo de menos a Arshavin. Los actuales campeones han dado un pasito hacia su apuesta por la Champions League, la cual se decidirá en el Emirates Stadium.
Los de Ferguson plantaron cara a un Arsenal con un juego muy pobre y el cual nada se parecía al que vienen desarrollando durante todo este 2009. Los ‘gunners’ nunca han pasado de ronda en Europa cuando se han enfrentado a algún equipo inglés, y aunque todo se decidirá en Londres, los ‘red devils’ confían en que el gol de ayer de John O’Shea signifique mucho para el partido de vuelta. Ryan Giggs hizo su aparición número 800 con la camiseta del United, toda una leyenda del fútbol europeo.
El United dominó durante todo el partido, cosa que anuló el buen juego del Arsenal, y si no hubiera sido por las buenas actuaciones de Manuel Almunia la renta de los del técnico escocés podría haber sido mayor. Tanto Carlos Tévez como Cristiano Ronaldo tuvieron el gol en sus botas, pero ahí estaba el guardameta navarro para salvar a los de lacapital.
Tuvo que ser John O’Shea el que abriera la lata a los 17 minutos, gracias a un fallo defensivo a la salida de un córner. El guardameta español llegó a tocar el balón, pero no pudo evitar el gol del United. Tras el gol, los ‘gunners’ trataron de reaccionar, pero ni Theo Walcott, ni Fábregas se sentían cómodos sobre el Old Trafford.
La segunda parte fue también del equipo local, con la noticia destacada de la lesión de Rio Ferdinand, el cual tuvo que ser sustituido por Evans. Los de Arsene Wenger lo intentaron sabiendo que el centro de la defensa podía ser más vulnerable, pero de nuevo se encontraban con el serbio Vidic, el cual firmó un buen partido. En el 70’ Ronaldo estrelló su obús particular en el larguero, ante el cual Almunia solo pudo hacer la estatua, pero por fortuna el balón se marchó fuera.
Buen resultado para el Manchester United, que sigo invicto desde 2007 en competición europea, y aunque ellos se vean en Roma, el Emirates será el juez de estas semifinales.
En las otras semifinales la cosa tuvo menos emoción, debido al planteamiento de Guus Hiddink. El Chelsea salió a defender, o se podría decir a no querer jugar, ya que sobre el Camp Nou solo hubo un equipo y fue el azulgrana. A pesar del dominio culé, una de las mejores ocasiones las tuvo Drogba, quien aprovechó un fallo de Márquez, el cual se fue lesionado, pero se encontró con un Valdés muy seguro bajo palos.
Ballack y Lampard se encargaron de fulminar cualquier creación de juego de Xabi, y solo Iniesta y Henry tenían algo de espacios para hacer funcionar la máquina de la Ciudad Condal. Eto’o tuvo el gol en sus botas, pero Petr Cech evitó el gol del camerunés. Messi no tuvo la noche, y eso lo notaron los de Guardiola.
Cuando parecía que las tablas iban a ser el resultado final, Bojan, en el descuento, disfrutó de una oportunidad que tal vez la poca experiencia en Europa le hizo fallar. En boca de gol envió el balón por encima de la portería del guardameta checo.
El empate a cero fue poco para al Barcelona, y aunque el partido de vuelta se en tierras inglesas, los dos están obligados a marcar, por lo que todavía no hay ningún hincha ‘blue’ pensando en Roma, ya que el Chelsea no podrá jugar así en Stamford Bridge.
Pocos goles en unas semifinales que quieren decidirlo todo en los partidos de vuelta. Eso será la semana que viene, cuando ya conoceremos a los afortunados que podrán estar en el Olímpico de Roma.
lunes, 27 de abril de 2009
Messi: un distinto entre todos los distinto
Sin lugar a dudas, una de las grandes figuras del mundo mundial, y al que todos califican como el reemplazante de Diego Maradona, es Lionel Messi, conocido como "
La "Pulga" comenzó jugando al fútbol a los cinco años en un pequeño club de Rosario, hasta que fichó en Newell´s Old Boys, el club de sus amores. Cuando iba a dar el gran salto y pasar a River Plate, se descubrió que tenía una enfermedad en sus hormonas de crecimiento, y necesitaba un tratamiento que ningun club argentino podía costear. Por esto, su padre decide irse a vivir a España por una propuesta de trabajo, y Lionel, tras una prueba en la cual brilla, se incorpora al Barcelona, club que le pagaría su tratamiento. De allí en más, su carrera fue en ascenso. Debuta en primera con apenas 17 años en el 2003, y en 2004 ya convierte su primer gol oficial frente al Albacete.
El 2005 sería uno de sus grandes años, y que gana
El 2006 también sería un año importante para Messi: gana
En 2007, Lionel ya se había afianzado como titular indiscutido y figura en el Barcelona y en
Para muchos, Messi no mostró en
lunes, 20 de abril de 2009
El hincha no es yo, es nosotros. El hincha no dice "hoy juega mi equipo", dice "hoy jugamos". Todas las semanas, abandona su rutina individual para transformarse en un yo plural en un estadio que, más que campo deportivo, es un templo. Un templo de una religión que no acepta desertores. El hincha puede abandonar al amor de su vida, puede dejar de creer en Dios, puede cambiar hasta lo mas íntimo de su ser. Pero nunca va a cambiar el amor, la fe y la devoción por su club. El hincha es eternamente fiel.
El hincha es un fundamentalista que no acepta argumentaciones, porque la razón no importa. Importa el sentimiento. No vale la pena intentar explicar la pasión, por que si no, todo serían hinchas del club que más partidos gana.
El hincha deja de ser yo y se tranforma en nosotros mucho antes de llegar al templo. Es tan fuerte la influencia de esa fuerza sobrenatural, que el hincha ya se siente parte muchas cuadras antes de llegar. Tiene todo los elementos necesarios para el ritual: cohetes, bombos, papel picado, serpentinas. Y los trapos. Y las canciones de la misa. Canciones de fidelidad eterna, de muerte al enemigo, de insultos a la cobardía y a la falta de talento rival. No hay tonos grises. Por más que haya muchos colores en las canchas, todo es blanco o negro. Estamos nosotros y están ellos, y nosotros somos los mejores. Ellos son los tramposos, ellos compran a los árbitros, ellos son los cobardes, los pechofríos, perdedores aunque ganen.Para eso esta el hincha, para cantarle al mundo esas verdades. Para pegarle a la pelota sólo con las ganas y desviarla unos centímetros para que entre al arco.
Cuando el partido termina, el hincha, que no se ha movido de la tribuna, comenta el partido. "Qué goles les metimos" o "Cómo nos robaron", de acuerdo con el resultado. Las lucen se van apagando y el hincha, lentamente, mientras se aleja del templo, se va diluyendo hasta transformarse nuevamente en uno hasta el próximo domingo, donde se volverá a encontrar con ese montón de desconocidos que él sabe que son sus hermanos.